viernes, 2 de diciembre de 2016

Más que juguetes

¡Hola, amigos de letras!

Hoy os paso un microrrelato que escribí hace algún tiempo. Últimamente, entre la publicación de la novela y ahora un cuentecito infantil ilustrado que estoy terminando, apenas he tenido tiempo de escribir nada nuevo, así que me tengo que conformar con mostraros cosas que escribí hace un año. No me ha dado tiempo para hacer la ilustración correspondiente, así que os pediré que imaginéis algo sencillito: una niña jugando con un Mr. potato y un osito de peluche.

Este micro, en concreto, lo presenté a un certamen (al mismo que el de las cucarachas, ja, ja, ja), pero este no consiguió nada.

¡Espero que os guste!


MÁS QUE JUGUETES 

Noemí Hernández Muñoz  


María solía llamarme osito, pero ahora quiere dejarme. Ya no me veía como antes. Supe que había pasado algo cuando llegó el nuevo. Había visto reflejada la alegría en sus ojos cada vez que lo abrazaba, la misma alegría con la que me abrazaba a mí en el pasado. Para ella no éramos más que juguetes.


Supongo que fue ese pensamiento lo que me hizo odiarla. Yo no era un simple peluche. Era su mejor amigo. Por eso, mientras dormía, la asfixié con la almohada. Ya nunca volvería a abandonarme por Mr. Potato.



Espero que os haya gustado este micro. Lo escribí pensando en El muñeco diabólico y quise darle un toquecito psicópata e, incluso, cierto parecido a la violencia de género, que ya sabéis lo mucho que  la detesto. Curiosamente, en esos días vi que un amigo bloguero había escrito un relato parecido sobre una muñeca. Dicen que las grandes mentes piensan igual, ¿no?

Ya sabéis que si os ha gustado, podéis descargar el micro desde aquí. Y, como siempre, ¡espero vuestros comentarios!


6 comentarios:

  1. Con juguetes así, quien necesita plásticos tóxicos o piezas pequeñas que puedan axfisiar a los niños, je, je. Es como Toy Story pero en psicótico. Hay compañeros blogueros que han iniciado una serie compartida de relatos cuya prota es una muñeca asesina (o varias), como tú ya mencionas. El tuyo está en consonancia, aunque derivando hacia el reino animal. Sabes, yo de peque también tenía un osito de peluche por la noche. Un día le prendí fuego en la bañera... por si acaso.
    Un beso muu grande. Hasta pronto

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    1. Ja, ja, ja! Eres un crack, Isidoro! Qué anécdota más graciosa, aunque espero que no sea verdad. Me encantan los peluches. Tengo varios en mi habitación. A veces la miro y pienso que parece mentira que tenga veintisiete años, ja, ja, ja. No sabía que hubiera una corriente de relatos sobre muñecos asesinos, aparte del blog que mencionaba en esta entrada. Lo cierto es que últimamente veo muy pocos blogs y, por si fuera poco, se me ha roto el ordenador y esta semana ni he podido añadir ninguna entrada nueva al mío...
      Un abrazo y gracias por comentar, como siempre!

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  2. Del amor al odio solo hay un paso, es un binomio inseparable. Solo se odia a quien se ha amado, a quien lo ha rechazado o no lo ha correspondido. Hay un juego de tablet que a mis hijos les encanta Five nights at Freddy's creo que el oso de peluche de ese juego encaja en el relato como un guante. Un abrazo!

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    1. ¡Vaya que es verdad! Sobre todo, en las relaciones de pareja (en las que salen mal, me refiero) se nota cómo se pasa de un extremo al otro.
      ¡Qué gracia me ha hecho lo que dices sobre el peluche! Tendré que explorar un poco, ja, ja, ja.
      ¡Un abrazo!

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  3. O_O sabes que has descrito mi peor pesadilla? No tengo muñecos ni muñecas ni nada de eso les tengo pánico. Definitivamente hoy no duermo xD.

    Un beso!

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    1. ¡Vaya! ¡Qué pena! ¿Eres una de esas personas traumatizadas por Chucky? Otra persona a la que conozco dice que tiene también algo de fobia a los muñecos. Debe ser difícil, teniendo en cuenta que hay mucho consumismo con estos juguetes.
      Espero que puedas dormir.
      ¡Un abrazote!

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