¡Hola a todos!
Hoy os traigo un relato breve, poco más que un microrrelato sobre un tema bíblico un tanto actualizado. ¡Que conste que no soy religiosa, pero pienso que algunas historias de la Biblia son interesantes!
Estuve a punto de presentar este relato a un certamen hace un par de años. El tema del certamen era el brandy de Jerez. Al final, no me atreví porque sentía (y aún lo siento) que al relato le falta algo. No sé si habría ganado más narrado en primera persona o si son detalles sobre la personalidad de Caín lo que me faltan, pero noto que hay un fallo. Seguro que vuestro ojo crítico lo descubre mejor que yo, así que no os cortéis a la hora de decírmelo en los comentarios.
Sin más dilación, os dejo con el relato:
CAÍN
Noemí
Hernández Muñoz
El
muy gilipollas había venido. Le había advertido que no lo hiciera. No lo
soportaba: Abel, el favorito de papi. Papá se lo había dejado todo a él, aunque
sabía perfectamente que el negocio sólo funcionaba gracias a su trabajo. El
brandy de Jerez habría perdido su buen nombre de no ser por Caín. Pero papá siempre
había preferido a ese inútil.
—¡Hola
hermani-hip-hippp! —lo saludó Abel en medio de un tropiezo.
Estaba
tan borracho que apenas podía mantenerse en pie, ¿cómo iba a dirigir una
empresa? Y mucho menos de bebidas alcohólicas... Acabaría cediéndole el puesto
en cuanto la cagara.
—¿Y
el nuevo brandy-hipp? —le exigió, fingiendo ser un entendido.
Caín
se obligó a sonreírle a pesar de que apestaba como si fuera una destilería. Lo
condujo hacia las barricas donde se fermentaban los vinos.
Abel
se empeñó en catar, como siempre, y Caín suspiró exasperado.
El
grifo se había roto el día anterior y habían tenido que taponarlo a toda prisa.
Ahora se necesitaban unas escaleras para destapar la bota por arriba. Caín le
comentó el problema, pero Abel tomó las escaleras de todas formas.
Entre
tambaleo y tambaleo, subió y se inclinó sobre el borde de la barrica para
servirse, pero estaba tan bebido que se cayó dentro. Había que ser imbécil.
—¡¡¡Hermani-hippp!!!
—chilló Abel, tratando de mantener la cabeza en la superficie.
Caín
lo miró con una sonrisa irónica. Resultaba gracioso ver cómo iba perdiendo la
poca dignidad que le quedaba. ¡Ja! Ahogarse en brandy: el sueño de todo
borracho.
Era
extraño, pero Caín no sentía la urgencia de salvarlo. Los patéticos chapoteos
de Abel se hicieron cada vez más lentos, hasta que se detuvieron por completo.
Casi sin darse cuenta, Caín subió las escaleras y cerró la tapa de la barrica.
Así aprendería. Él era el mayor.
Espero que os haya gustado más que a mí. He dudado antes de añadirlo en el blog. Si queréis descargarlo, podéis hacerlo desde aquí.
¡No dudéis en comentar!
El relato en general esta tan bien escrito como todo lo que tu haces, pero si es cierto que escrito en primera persona ganaría mucho más.
ResponderEliminarY ya que tocas un tema biblico, ¿nunca has escuchado ese dicho que dice "ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos? En el tema de estos dos hermanos el final se ve venir a la legua, pero... ¿Y si le das la vuelta?
Un besote!
El favorito del "papi" no era Abel. El problema de Caín era que tenía envidia de su hermano.
ResponderEliminarPor cierto, aún con la imaginación de la empresa del "brandy" la historia o alegoría no se parece en absoluto a la historia real.
Saludos
¡Bienvenido al blog, Rafael! Mi intención no era en absoluto realizar una versión fiel del mito de Caín y Abel. De haber sido así, me habría limitado a hacer un "copia y pega" del pasaje del Génesis en el que aparecen estos personajes. Creo que en el relato se nota que Caín siente envidia y celos de Abel. Cuando me refería a que pedía ayuda para mejorar el relato, no me refería a modificar el contenido, sino la técnica de escritura. De todas formas, gracias por tu observación. Y, de nuevo, te recuerdo que eres bienvenido en mi blog. ¡Saludos!
EliminarGraciosa mezcla entre el relato bíblico y El barril de Amontillado. Un toque más a lo Poe hubiese estado genial, ja, ja. Bueno, te leo otra vez en tu video de Medea. Hasta pronto. Besos
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Isidoro. Creo que lo del "toque a lo Poe" es justo lo que le falta. A ver si dentro de unos meses me animo y lo retoco o lo reescribo. Ya veré qué hago... ¡Un abrazote!
EliminarLa Biblia es una mina, ¿cuántas historias se han inspirado en una frase, en una fábula, en una parábola? ¿Cuántos de sus versículos se han citado en algún libro o película? Es una enorme fuente de inspiración.
ResponderEliminarEl relato está bastante bien, puede que en primera ganara mayor fuerza. Tal cual está solo sugeriría eliminar esta frase del final:"Era extraño, pero Caín no sentía la urgencia de salvarlo." Caín odiaba a Abel, por tanto, no era extraña esa acción de Caín. Simplemente mostrándolo cómo sube la escalera y cierra la tapa el lector comprende sin que le expliquen. Prueba a leerlo sin esta frase, creo que gana. Un abrazo!
¡Gracias por comentar, David! Me alegro de que te haya gustado. Veo que más de uno me comentáis lo de escribirlo en primera persona. Dudé mucho al no hacerlo, ¿eh? Creo que más adelante lo retocaré. Y, por cierto, he probado a leerlo sin esa oración que me comentas y es más impactante. Creo que voy a hacerte caso. En la próxima versión estará en primera persona y sin esa frase, ja, ja, ja. ¡Un abrazote!
Eliminar¡Ah! Y desde luego que la Biblia es una mina. Lo más divertido es hacer versiones nuevas de la mitología bíblica. Da para mucho juego. ¡Besos!
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