¡Hola a todos, amigos literarios!
Antes que nada, me disculpo por
el retraso en publicar. Ya sé que normalmente publico los viernes por la
mañana, pero hoy me ha sido del todo imposible hacerlo antes…
Dadas las disculpas (y concedido
el perdón, espero), os dejo el relato junto con un dibujo que he hecho esta
mañana en la biblioteca de mi universidad. Creo que el dibujo está bastante
chulo considerando que la gente me miraba de forma rara, como si fuera una
perturbada mientras lo hacía, ja, ja, ja. Ya me diréis vosotros.
RULETA RUSA
Noemí Henández Muñoz
Se
llevó la pistola a la sien. Era el primer intento: una bala. Respiró para
prepararse mentalmente para el disparo. Uno, dos tres… y presionó el gatillo
con los ojos cerrados.
No
pasó nada.
Los
integrantes del círculo aplaudieron. Algunos dejaron escapar risillas nerviosas
que denotaban alivio. Le dieron 100€ euros cada uno.
Siguiente
apuesta: dos balas. Bebió un sorbo de agua para tranquilizarse. Encajó la
segunda bala en el tambor de la pistola bajo la mirada del grupo y lo giró. Se
acercó el arma a la cabeza. La tensión subía. Todos querían saber dónde estaban
las balas y en secreto deseaban que saliera una. Inspiró de nuevo con los ojos
cerrados: uno, dos, tres… y accionó el gastillo.
No
pasó nada.
De
nuevo, el círculo estalló en aplausos y risas. La apuesta ahora se pagaba a
300€. Recogió el dinero y se lo guardó en el bolsillo del pantalón.
Tercera
apuesta: tres balas iban a 500€ por espectador. Se secó el sudor de la frente y
volvió a beber mientras el círculo lo felicitaba por su suerte. Introdujo la
tercera bala y dio varias vueltas al tambor. Esa sería la última apuesta. Ya
había reunido dinero suficiente. Sería la última vez que se arriesgaba. Pero
tenía miedo. Cada nueva bala era una posibilidad más para acabar con todo. No
se podía jugar con la muerte eternamente. Con el sudor perlándole la frente,
pegó el cañón a la sien. Su corazón había iniciado una carrera en su pecho. Se
relamió los labios y cerró los párpados, escuchando sólo la ansiedad de su
público en el silencio. El círculo se inclinaba hacia delante, expectante de
adrenalina.
Respiró:
uno, dos, tres… y cuando el gatillo cedió con un sonido espantoso, abrió los
ojos para mirar a su público.
El
círculo prorrumpió en gritos eufóricos. Algunos batieron palmas y otros
patearon el suelo. Todos rieron con carcajadas salvajes. Finalmente, uno de
ellos se acercó al cadáver con una sonrisa sardónica, le vació los bolsillos y
repartió el dinero. El juego había terminado.
Espero que os haya gustado esta
obra. Ya sabéis que lo podéis descargar desde aquí.
Si os ha gustado mucho y queréis repetir, os dejo este mismo relato en versión audio relato, locutado por Jesús
Cainzos Rey. A mí me encantó escucharlo. Pinchad aquí para oírlo o descargarlo. Y si queréis escuchar otros relatos locutados por Jesús (tiene tanto relatos míos como de otros autores), podéis hacerlo desde su web:
http://jesuscainzos.com/
http://jesuscainzos.com/
Y, por supuesto, ¡espero vuestros
comentarios!
Muy bueno, reconozco que me has pillado en ese giro final. En efecto, nunca es bueno abusar de la suerte y en el juego mejor dejarlo cuando ganas. Un abrazo!!!
ResponderEliminarEnhorabuena por conseguir que el lector no pueda dejar de leer hasta el final.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios, David y Ángel. Desde luego, es mejor dejar el juego cuando vas ganando y más si es uno tan peligroso. Un abrazo para los dos.
ResponderEliminarMuy bueno, amiga!! La muerte siempre juega con dados trucados, no se puede jugar con ella porque es una tramposa! Estupendo relato! Un abrazote!
ResponderEliminarJa, ja, ja. Muy tramposa, sí. ¡Gracias por comentar, Ana! Me alegro de que te hay gustado el relato. ¡Un abrazo!
EliminarHe estado en tensión desde la primera bala...
ResponderEliminarNo sé cómo lo haces, y te lo digo en cada relato que leo, y es totalmente sincero y cierto, si no no lo haría te lo puedo asegurar. Has conseguido esa tensión acumulada y ese suspense que hace que nos despegues la mirada de las letras. ¡He tardado un poco incluso en seguir leyendo cuando ha introducido la tercera bala!
Genial, enhorabuena.
P.D: Te he nominado a un pequeño tag literario en mi blog pero no es para nada un compromiso ni nada obligatorio, simplemente lo he hecho por si te gustaría responder a las preguntas, estaré feliz en cualquier caso ;)
En primer lugar, muchas gracias por comentar, Beatrice. Me alegra que te haya gustado leer el relato tanto como a mí escribirlo.
EliminarEn segundo, muchas gracias por pedirme una colaboración en tu blog. Estaré más que encantada de participar. Creo que no lo conozco, ya que sólo sigo unos pocos debido al tiempo escaso del que dispongo por mis estudios. ¿Puedes pasarme el enlace y explicarme con más detalle en qué consistiría la participación? Si lo prefieres, puedes decírmelo por correo electrónico. Tengo mi contacto en la pestaña "Quién soy".
Un abrazo y que pases un día excelente.
Me ha gustado tu relato Noe, has trabajado muy bien la tensión.. y eso con sólo tres balas. El prota sólo tenía dos caminos... Ahhh, !Haber elegido susto!, ja, ja. Independientemente del tema me ha gustado tu forma de pararlo. Ah, y por supuesto, el curro que te das para ilustrarlo. Yo, que tiro màs de Photoshop e ilustración digital, reconozco el mérito del dibujo hecho a mano. Y mas cuando tienes que sacar huecos de donde puedes, que de eso yo sé mucho, je, je
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Ah, y no me olvido de los videos que tengo pendientes, todo llegará
Gracias por comentar, Isidoro. Valoro mucho tus aportaciones, sobre todo teniendo en cuenta que tienes poco tiempo libre, por lo que deduzco de tu comentario. Eso hace que sean doblemente valiosas.
EliminarMe alegro de que te haya gustado el micro. A mi madre le pareció espantoso cuando se lo puse en audio relato, ja, ja, ja. Y con respecto a los dibujos, te aseguro que soy de lo más torpe con los ordenadores (si no fuera por los consejos de mi amiga Ana Traves, también bloguera, no sé cómo me las habría apañado para hacer las posibles portadas de una novela que publicaré a principios de noviembre) y prefiero hacer las ilustraciones a mano en medida de lo posible, ya que tampoco conozco muchas técnicas precisamente y lo hago todo a lápiz o boli.
No te preocupes por lo que puedas tardar en ver los vídeos o los relatos, que no se van a ir a ninguna parte, ja, ja, ja. Ya sabes que tus comentarios van a ser siempre bienvenidos, vengan cuando vengan.
¡Un abrazo!