Reseñas. La red de Caronte, Suicidios inducidos y Los cadáveres blancos

¡Hola, amigos!

¿Qué tal? Como últimamente hago siempre, tengo que empezar disculpándome por no publicar esta tripe reseña a tiempo. Creí que la había dejado programada para el pasado viernes, pero no fue así y cuando me ha dado por curiosear en mi blog he visto que no estaba, así que, una vez más, mis más sinceras disculpas.

Pero vamos al grano. Hoy os traigo una reseña de tres libros de Gemma Herrero Virto, una autora que, como sabéis, leo desde hace un tiempo.

Las obras que nos ocupan hoy son de trama policíaca: La red de Caronte, Suicidios inducidos y Los cadáveres blancos.

   

Ante todo, debo decir que estas tres obras me conquistaron (especialmente la primera) por varios motivos: 1) los argumentos me parecieron bastante originales dentro de lo que cabe en la novela policíaca; 2) el lugar en el que se desarrolla la trama: España (siempre me he preguntado por qué la mayoría de los autores optan por otros países para ambientar sus novelas criminales arriesgándose a cometer errores por falta de conocimiento de los ambientes en los que mueven a sus personajes): y 3) sus protagonistas me han conquistado.

Pero primero veamos: ¿De qué van estas obras?

La red de Caronte comienza cuando Natalia, una joven forense, comienza a investigar junto a Carlos, inspector de homicidios, la muerte de unas jóvenes cuyos cadáveres comienzan a aparecer mutilados en diferentes lugares apartados de Vizcaya. Las víctimas son seleccionadas por su asesino a través de internet, por lo que la investigación se complica dada la inmensidad de la red...

Suicidios inducidos, por su parte, comienza con el suicidio de una muchacha arrojándose desde el Puente de la Salve tras recibir una llamada de móvil. A este extraño suicidio (ya que la joven sonríe al saltar) siguen varios más en circunstancias similares. Esto hace saltar las alarmas en la mente de Natalia, que está segura de encontrarse ante un nuevo asesino en serie que utiliza un método muy particular...

En Los cadáveres blancos, la trama se inicia con una serie de cuerpos que van apareciendo pintados de blanco, con una máscara cubriéndoles el rostro. Todo apunta a que un nuevo asesino en serie se está cebando con las mujeres de Vizcaya, por lo que Natalia y Carlos se hacen cargo del caso.

Ahora que ya conocemos los argumentos de las tres obras, vamos a lo importante:

Como ya he mencionado, además del argumento y la topografía, lo que más me ha gustado de estas novelas (que se pueden leer de forma independiente) han sido sus personajes. Natalia no es la típica chica en apuros (aunque haya algún momento concreto en el que ejerza tal papel) sino una mujer brillante capaz de descubrir en los cadáveres de las víctimas cualquier indicio de asesinato. No se le escapa una. Carlos, por su parte, es el típico tipo duro que, en el fondo, tiene un corazón de oro. Cabezota como él solo, pero también inseguro en lo que se refiere a los sentimientos, este personaje conquista. Y como tercera pieza clave de estas novelas está el carismático Gus, un joven estudiante de informática, gracioso, gruñón y avaro, que supone un contrapunto de humor al ayudar a Natalia y Carlos con los diferentes casos.

Las tres novelas, que se pueden leer de forma independiente, están muy bien escritas (si bien al leer se nota un poco que la primera fue escrita con bastante anterioridad a las otras) y demuestran el más puro estilo de novela policíaca. Enseguida te ves metido en sus redes y lees y lees hasta llegar al final. Yo, al menos, me leí las tres novelas en un plis plas.

Y como dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno, me despido ya para no hacer la reseña demasiado extensa. Confío en que os animéis a leerla. Arriba os he dejado los enlaces de compra a Amazon por si os animáis a leer alguna.

Y eso es todo por hoy.

¡Un abrazote y hasta el próximo viernes!