Presentación de Las aventuras de Nuri, Noe y Sora

¡Hola, amigos!

¿Qué tal? Yo estoy en una nube.

Ayer hice, al fin, la presentación de la novelita infantil Las aventuras de Nuri, Noe y Sora (agradezco infinitamente la portada preciosa que le hizo mi amiga Verónica Monroy, escritora, ilustradora y correctora). Como el día estaba nublado y feucho (y habida cuenta de que en la primera presentación que hice, que fue de El poder del medallón, asistió muy poquita gente), estaba segura de que no iría nadie. Vamos, que ponía la mano en el fuego a que había estado más de 130 horas crocheteando muñequitos para que luego no viniera ningún peque...

Pero, cúal no fue mi sorpresa cuando llegué a la biblioteca municipal de mi pueblo, Benahadux, y vi que la mitad de los asientos estaban ocupados por niños curiosos que se quedaron mirando llenos de ilusión el teatrillo de títeres que había preparado para la ocasión...

Y no sólo eso, sino que ¡¡¡siguieron viniendo más y más niños hasta abarrotar la biblioteca!!! Hubo gente que se tuvo que marchar porque ya no cabía, e incluso un grupito de niños que tuvo que coger las mini sillas infantiles de la biblioteca porque ya no quedaban sillas normales. Creo que hasta vi a un par sentados en el suelo o quizá fue mi imaginación al ver tantas caritas sonrientes abarcando la sala...

Lo primero que pensé en ese momento fue: tengo 29 muñequitos de regalo y creo que me van a faltar... Pero también me colmó una gran felicidad. Estaba nerviosa porque nunca había tratado con niños en eventos así (mi experiencia con ellos se limita a cuando mis sobrinos eran pequeños y de eso hace mucho), pero ver sus caritas ilusionadas y sonrientes me llenó de confianza, así que pensé. "Seguro que estos locos bajitos se portan bien". Y no me equivoqué.

Después de que María del Carmen Soriano Martínez, nuestra alcaldesa (y a quien agradezco infinitamente lo mucho que se ha implicado en los eventos de esta semana del libro que ha organizado en Benahadux) me presentara, hablé un poquito sobre la importancia de la literatura infantil para los niños y los padres y de cómo los libros ayudan a estrechar el lazo de cariño y la confianza entre ellos. Después, les expliqué de qué trataba el libro mientras veíamos en el proyector algunas de las muchas ilustraciones del interior y, a partir de aquí, comenzó lo divertido.

Les propuse leer entre todos un capítulo del libro y darles una merecidísima recompensa a los valientes que se atrevieran a coger el micrófono para hacerlo. El premio era una marioneta de dedo hecha de papel para que ellos mismos pudieran colorearla, recortarla y armarla por sí mismos para jugar.

Me alegra muchísimo decir que la actividad fue todo un éxito porque todos querían participar y no fue necesario insistir en que salieran. ¡Incluso los que todavía eran demasiado pequeñitos para saber leer querían hacerlo!

De vez en cuando interrumpíamos la lectura para reflexionar sobre algunas de las cuestiones del libro. Por ejemplo:

- Nuri le ha robado a Sora su reloj, ¿está bien lo que ha hecho? ¿Creéis que Sora se enfadará con ella?

- Sora es nueva en clase, ¿cómo pensáis que se debe tratar a los nuevos compañeros? ¿Qué haríais vosotros?

- ¿Creéis que Nuri, Noe y Sora harán las paces?

Los niños, al igual que durante la lectura, fueron muy colaborativos y simpáticos.

Después de la lectura llegó lo que todos estaban esperando: ¡El teatrillo de títeres!

Como muchos de vosotros ya sabéis, Nuri, Noe y Sora son tres niñas muy traviesas que  viajan a Onane, el país de los enanos. Como quería que ellos supieran mejor de qué trataba el libro (ya que en el primer capítulo que habíamos leído sólo se conocían y se hacían amigas), pensé que sería bueno hacer una mini interpretación de lo que pasaría después.

Pero me dejo de rollos y os pongo el vídeo que grabé en uno de los ensayos en mi casa, ya que seguro que estáis deseando verme hacer el mono imitando las voces de los personajes. Os advierto que el vídeo no tiene mucha calidad porque lo grabé con la web cam del ordenador, ya que no tengo cámara de vídeo ni podía tampoco grabar con el móvil por tener que estar moviendo los muñecos. Espero que sepáis disculparlo.

Después del mini teatro (que me salió mejor en directo porque estaba tan entusiasmada que dejé salir mi vena circense al más puro estilo de los payasos de la tele), hice otra breve ronda de preguntas y ya, finalmente, les dije a los pequeños asistentes que, como se habían portado tan bien, les iba a dar un regalito.

Enseguida corrieron hasta mi madre, que era la encargada de repartirlos. Lo que me dio pena fue que, incluso contando los muñequitos que acababa de utilizar en el teatrillo, tres niños se quedaron sin su regalito. Pero, ¿quién se iba a imaginar que vendrían tantos? Eso sí, a esos tres pequeñajos les di mi palabra de meñique de que les haría el muñequito que quisieran. Por si tenéis curiosidad, eligieron a Sora, a un troll y al malvado Rasputín.

Después del reparto de regalitos, aquellos peques que se compraron el libro se acercaron tímidamente a mí para que se los dedicara. Esta foto que he puesto es de una niña que, desafortunadamente, se quedó sin muñequito. Pero, como le di mi palabra de meñique, esta misma tarde comenzaré a hacerle su muñequita de Sora.

Y para que veáis que no exagero con la asistencia, os dejo una foto de la caja de los libros con los muñequitos antes de empezar la presentación:

En definitiva, fue una tarde estupenda, de esas en las que recibes tanto cariño que guardas el recuerdo en el corazón para siempre. Sólo espero poder vivir muchas más así.