domingo, 17 de junio de 2018

Infancia de peluche


¡Hola, amigos!


¿Qué tal? Yo llena de nervios con el examen a la vuelta de la esquina, pero, aparte de eso, bien.

Al igual que hice hace ya un tiempo, voy a presentaros un micro que escribí con los sabios consejos del grupo Nosotras escribimos.

En esta ocasión, se trataba de plasmar el sentido del tacto suave o sedoso. Así que, tuve que sacar mi lado más tierno.

¡Espero que os guste!




INFANCIA DE PELUCHE

Noemí Hernández Muñoz



Aún recuerdo a la perfección aquel león de peluche que me regaló mi hermano. Era bastante grande y solía ponerlo sobre la cama. Era mi juguete favorito. No sé si porque me lo regaló David o por lo suave que era.

El pelo de su melena era tan sedoso que podía pasar horas peinándolo, pero aún recuerdo mejor lo mucho que me gustaba acariciar su hocico y su lomo de felpa, de un tacto aterciopelado, mientras fantaseaba sobre si los leones de verdad me dejarían peinarles bajo el atardecer de la sabana africana.

Supongo que eso es lo que tiene la infancia: pensamientos suaves y tiernos que nos ayudan a sobrellevar la dureza del mundo hasta que la edad nos obligue a comprenderla.




Espero que os haya gustado y que os animéis a seguir al grupo Nosotras escribimos, que está lleno de amantes de las letras y escritoras excelentes.

Esto es todo por hoy.
¡Un abrazote!